Sueños cambiantes, amistades en evolución

Archivo: Abril 2013

Vamos creciendo, y con ello, nuestros sueños van cambiando. Observamos cómo nuestras amistades también avanzan y desarrollan sus vidas. Si tenemos la suerte de contar con amigos verdaderos, compartimos estas etapas con ellos y nos alegramos sinceramente por sus logros, ya que su felicidad se convierte en la nuestra.

Hoy me siento sumamente feliz y triste al mismo tiempo... Mi mejor amiga, Giselle, y mi primo, Julito, ¡se comprometieron! Giselle es la última de mis amigas cercanas y es mi alma gemela, mi amiga, mi hermana, mi confidente; así que imagina mi felicidad. Giselle siempre ha sido la más sensata de mis amigas, la única que puede descifrarme en un instante. Si algún día nos volvemos enemigas, tendría que matarla, ¡jajaja! En serio, ella me conoce más que yo a mí misma, y esa información que ella tiene, ay, ay, me metería en problemas. Pero no te preocupes, no creo que eso jamás suceda.

Me hubiera gustado estar en Puerto Rico para celebrar este momento tan especial con ella, pero Nueva York me tiene prisionera por ahora. Ya sabes que Giselle y Julito se encontraron, o mejor dicho, se enamoraron, luego de conocerse desde hace años, ya que él es mi primo y ella y yo somos amigas desde cuarto grado. Se conocían, se habían visto, pero no se habían visto bien. Cuando Julito regresó de su misión militar, se la encontró en la boda de otro primo mío, a la que Giselle asistió conmigo como mi acompañante. El amor lo tuvieron frente a sus narices hasta que llegó el momento indicado para que esas emociones corrieran. Hoy, mi amiguita marca una nueva etapa en su vida, y yo en la mía.

Las conversaciones van cambiando y me pongo a pensar: "¿A dónde van nuestras vidas? Parece que fue ayer que estábamos en la escuela, preparando nuestro proyecto de feria científica. Parece que no fue hace mucho cuando andábamos borrachas en la discoteca y ambas terminamos sentándonos en el asiento trasero, esperando a que el carro se manejara solo hasta casa. Me siento como si hubiera sido ayer cuando ambas perdimos la virginidad el mismo día en dos habitaciones de hotel diferentes, con quienes pensábamos que íbamos a pasar el resto de nuestras vidas. Te digo más, parece corto el tiempo desde que lloramos juntas al morir mi Tío Tonito, quien me enseñó a manejar y siempre creí que me llevaría al altar. O cuando la mamá de Giselle me recogió en mi casa después de que mi papá me diera una golpiza de madre y yo quería huir, pero ellas no me dejaron. Giselle y Haydee me hicieron entender que mis padres eran mis padres, y terminé regresando a casa... Bueno, si te cuento por todo lo que hemos pasado, le robo el periódico completo a Isabel Sepúlveda y me quedo corta, pero ¿me entiendes? La cosa es que parece que fue ayer y tengo nostalgia.

¡Ahhh! Pero esto no es todo, mi familia sigue creciendo; hace unos días nos enteramos de que Giselle va a ser madre. Me siento como si fuera mi bebé, la llamo todos los días, me la paso chequeando que coma, que tome las vitaminas, que no tenga estrés. Tanta felicidad no cabe en mí; estamos creciendo y madurando juntas, Giselle, Kathy y yo. Las tres mosqueteras oficialmente entramos en una nueva etapa. Creo que voy a volver loca a mi primo con tanto que llamo, pero como no estoy cerca de ella, lo único que me queda es el teléfono para poder consentirla y asegurarme de que esté bien. Ay, mi Gabriela, que decía que no teníamos permiso de tener hijos porque ella decía que con ella era suficiente. Cuando Giselle se lo dijo, hubo que sentarla y explicarle calmadamente de tanta preocupación que teníamos todos. Pero Gaby entendió y está contenta. Creo que nos estaba tratando de joder, de vacilarnos, ¡jajajaja!